La vinoterapia
Un buen tratamiento de vinoterapia, comienza con una exfoliación completa para preparar la piel, eliminando pieles muertas y dilatando los poros para que cuando se realice el masaje y la envoltura, penetren mejor las propiedades del vino.
El vino contiene antioxidantes. Los antioxidantes tienen la propiedad de neutralizar los radicales libres. Los radicales libres son los responsables de la oxidación de las células de la piel, que de esta forma envejece. Dado este proceso aparecen más arrugas, manchas y la piel pierde consistencia, de tal forma que aparecen las patas de gallo, la papada debajo del cuello o la piel colgante debajo de los brazos.[2]
Los que defienden la vinoterapia aseguran que los efectos de la misma, además de recuperar la piel, tonificarla e hidratarla, proporcionan una mayor consistencia a los músculos de los brazos y de los músculos en general y una mayor firmeza en los senos.
Además dentro de la vinoterapia se incluye un masaje con el fin de liberar la tensión muscular. Como consecuencia del masaje descansan los miembros cansados y se proporciona una sensación muy relajante para todo el organismo.
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